
El martillo hidráulico es esencial en tareas de demolición, como la rotura de pavimentos y estructuras. Un mantenimiento adecuado garantiza su rendimiento óptimo y prolonga su vida útil. A continuación, se detallan las pautas recomendadas para su cuidado:
Cada 2 horas de uso:
- Engrasar el martillo en posición vertical, apoyado sobre la pica o puntero.
- Aplicar al menos 15 golpes de engrasadora o dos bombeadas completas.
- En condiciones de trabajo extremas, realizar la lubricación cada hora.
Diariamente (cada 10 horas de uso):
- Inspeccionar visualmente:
- Tornillos sueltos.
- Fugas de aceite.
- Piezas rotas, perdidas o desgastadas.
- Estado general del martillo.
- Condición de los tirantes.
- Soporte de anclaje.
- Desgaste de la pica o puntero y del casquillo inferior.
Semanalmente (cada 50 horas de uso):
- Extraer la pica o puntero y verificar el desgaste interno del casquillo inferior.
- Comprobar el desgaste de los pasadores.
- Ajustar conexiones hidráulicas y tornillos exteriores del martillo.
- Eliminar rebabas del puntero, por ejemplo, utilizando una radial.
Anualmente (cada 1.000 horas de uso):
- Desmontar completamente el martillo.
- Reemplazar la membrana del acumulador.
- Cambiar el juego completo de juntas.
- Inspeccionar la existencia de fisuras en la carcasa, placas laterales, tirantes, cabezal y bulones de sujeción.
- Verificar el desgaste de la pica o puntero y del casquillo inferior:
- Si la pica o puntero presenta un desgaste superior a 2 mm de diámetro, debe sustituirse.
- Si el casquillo inferior tiene un desgaste interno superior a 2 mm, también debe reemplazarse.
Seguir estas recomendaciones le permitirá evitar paradas inesperadas y costosas reparaciones, asegurando la eficiencia y durabilidad de su martillo hidráulico.